Desde la llegada de GPT-3 y ChatGPT-4 a nuestras vidas, la Inteligencia artificial ha pasado a ser algo cotidiano para muchos de nosotros. Nos ha abierto la mente a trabajar con herramientas con las que antes no nos lo hubiésemos ni tan siquiera planteado.

Las utilidades de Chat GPT que a día de hoy ya nos ayudan a aumentar nuestra productividad o a desbloquear nuestra creatividad, parece que sólo es el inicio de una nueva era de la información donde la IA nos va a proporcionar inimaginables opciones de avance en cualquiera que sea el campo en que se aplique.

ChatGPT ha abierto las puertas, pero ¿y ahora qué?

Como era de esperar, a ChatGPT le ha salido competencia. Compañías como Google ya trabajan en su propia versión de ChatGPT desde hace años, su proyecto Lamda, que promete ofrecer un análisis sentimental en la interacción con los usuarios y que además ofrecerá respuestas basadas en datos mucho más actualizados que chat GPT, es uno de los más esperados por los usuarios.

También siguen surgiendo más y más startups que basan su producto en sistemas de IA. Cada día podemos ver que se publican nuevas y más interesantes inteligencias artificiales para resolver todo tipo de problemas.

Microsoft no se ha quedado atrás, ya fue uno de los grandes inversores de la empresa de Open-AI, la empresa creadora de ChatGPT, y con la llegada de ChatGPT-4, ha integrado esta tecnología en su buscador Bing y en su segmento de servicios en la nube, Azure.

Por otra parte, importantes figuras del sector de la IA, entre ellos el propio Elon Musk, cofundador de Open-AI, junto con una serie de expertos investigadores, profesores y ejecutivos han dirigido una carta los lideres políticos para pedir que se frene la gran aceleración que está sufriendo el desarrollo de las inteligencias artificiales. Aunque tienen un enorme potencial para mejorar las vidas de las personas, también conlleva grandes riesgos en materia de privacidad, sesgo algorítmico e incluso la eliminación de puestos de trabajo. Y estos problemas deben de ser abordados para garantizar que el desarrollo de la IA sea ético, responsable y sostenible.

Una de las grandes preocupaciones sobre la inteligencia artificial es la destrucción de empleo, pero ¿no puede la inteligencia artificial crear nuevos puestos de trabajo?

Como ya sabemos, una IA debe ser entrenada, y en función de cómo se le entrene nos dará unos resultados u otros. Para esto se deben de tener grandes cantidades de datos que deben de ser filtrados, analizados y formateados adecuadamente para lograr crear modelos que permitan a la IA generar las respuestas que nos interesan.

Por esto los científicos y analistas de datos tendrán un papel fundamental para el correcto funcionamiento de las inteligencias artificiales. Las empresas que desarrollan sistemas de IA necesitarán expertos en aprendizaje automático con sólidos conocimientos en matemáticas y estadística para seguir mejorando los sistemas actuales.

Y una de las más recientes profesiones que han aparecido con la inteligencia artificial es la de Prompt Engineer, ingeniero de instrucciones. Son ingenieros que se encargan de encontrar las mejores instrucciones en lenguaje natural para introducirlas en una IA, cómo Chat GPT-4 por ejemplo, para encontrar las mejores respuestas. Esto se logra explorando diferentes formas de plantear un problema a la IA a través de analizar gran cantidad de entradas y salidas al sistema, para de esta manera adaptar cada vez más las instrucciones al modelo con el que estamos trabajando y así obtener respuestas más fiables y consistentes.

No hay duda de que la inteligencia artificial será fundamental para el aumento de la productividad en las empresas, pero ¿y en las aulas? ¿será beneficioso o perjudicial para los estudiantes?

El buen uso de ChatGPT puede ser un avance realmente importante en el aprendizaje, la posibilidad de tener un profesor virtual en cualquier momento del día, al que poder realizarle preguntas sobre temas específicos que son contestadas en cuestión de segundos, puede acelerar el desarrollo de un alumno de una manera mucho más rápida que la tradicional.

Otra de las ventajas que ofrecen estos sistemas es la posibilidad de la creación automática de ejercicios, lo que supone una independencia aún mayor en el proceso de aprendizaje.

Como vemos la tecnología de ChatGPT puede aportar ventajas a la educación de diversas formas, brindando una experiencia de aprendizaje más personalizada, eficiente y efectiva para los estudiantes. No obstante, debemos de tener cuidado, a día de hoy ChatGPT, al igual que el resto de inteligencias artificiales que podemos encontrar, no pueden garantizar unos resultados 100% verídicos. Toda la información que obtengamos de ChatGPT y otros sistemas similares debe ser supervisada y contrastada para evitar crear un efecto adverso en la educación.

Cuál va a ser la evolución final de la inteligencia artificial es todavía muy incierto, la fase evolutiva actual, a pesar de que va a una velocidad de vértigo, es aún muy temprana y está por ver a donde podemos llegar, y cuanto nos va a llevar.

 A día de hoy, todos los sistemas de inteligencia artificial son de propósito específico, están pensadas para resolver problemas muy concretos, pero la tendencia en las grandes compañías de IA es acercarse a un modelo de propósito general, que comúnmente denominan AGI, (Artificial General Intellingence), una IA más cercana a lo que vemos en las películas de ciencia ficción, capaz de entender el mundo, tener sentido común, gestionar diferentes tipos de aprendizaje por sí misma, etc… Un reto que todavía no sabemos seremos capaces de resolver.

En definitiva, la inteligencia artificial está aquí para quedarse, para ayudarnos a progresar y a ser más productivos, pero todavía queda mucho por hacer, el avance de esta tecnología nos plantea grandes retos que debemos resolver para poder sacarle todo el partido.

¿Y tú, cuál crees que será el futuro de la inteligencia artificial? ¿Crees que seguirá siendo ChatGPT la punta de lanza del sector?